Por Lisandro Moreno
Las sutilezas del sexismo
Son muchos los casos que día a día vemos en la televisión Argentina. Hace unos días el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión se reunió con la productora de Rial para que el conductor reflexionara acerca de las reprobables palabras expresadas en su programa “Intrusos”, el lunes 13 de julio, en las que decía que hubiera sido mejor haber matado a su mujer e ir a la cárcel unos diez años y allí hacer amigos y estudiar en lugar de haber estado con ella más de veinte años, este Observatorio se encontró con su productora quien intercedió para que el conductor reflexione sobre sus dichos.
En otro caso, el Observatorio analizó los dichos del conductor BabyEtchecopar en su programa de radio por presentar un discurso con frecuencia misógino, pero en este caso específico agregó una clara discriminación por clase social y lugar de origen. Luego del análisis, presentaron una serie de recomendaciones para tener en cuenta.
Sin embargo, en esta oportunidad no son estos casos los que me hacen reflexionar acerca de la construcción de esta cultura machista y patriarcal, sino una experiencia que me tocó vivir en la última semana y que me llamó la atención.
Los programas antes mencionados, y como muchos otros, son en general para un público joven-adulto, sin embargo hay otra franja etaria de audiencia que está en mayor vulnerabilidad en relación a estos discursos. Me refiero a los niños y niñas que habitualmente consumen canales televisivos con contenidos específicos para su edad, en otras palabras, los típicos canales de “dibujos animados”.
Hace aproximadamente una semana, tuve una conversación con mi hijo de tres años mientras el miraba uno de estos canales. Transcribo la conversación textual, porque resulta realmente llamativa. En un momento, el programa que estaba mirando va al corte y pasan una propaganda de un camión de bomberos y me dice:
- Tomi: ese chiche es de nene
– Yo: no hijo, es de nena y nene
– Tomi: no papá, yo vi a unos nenes nada más
– Yo: pero lo puede usar cualquiera, nenas y nenes
– Tomi: si, pero yo vi a nenes usándolo nada más
– Yo: no hijo, es de nena y nene
– Tomi: no papá, yo vi a unos nenes nada más
– Yo: pero lo puede usar cualquiera, nenas y nenes
– Tomi: si, pero yo vi a nenes usándolo nada más
Allí me di cuenta. La sutileza con la que se construyen los estereotipos de género. Si bien, esto se potencia, o viceversa, en los roles distribuidos en la familia y en la escuela esto pasa desapercibido en muchos casos. No terminamos de darnos cuenta a lo que están expuestos constantemente los niños y niñas, y no solamente hablo de televisión.
En general, nos acostumbramos a subestimar la capacidad de entendimiento de los niños. Creemos que la televisión es mero entretenimiento, que allí solo se le inculcan valores de amistad, solidaridad y un montón de cosas bonitas, pero no alcanzamos a percatarnos de que además de estos “valores” (que podemos cuestionar en otro momento de qué manera se representan), se estilos de vida, visiones del mundo. Y esto se hace de la manera más sutil. De este modo, estructuran los roles de género, un niño o niña observa una publicidad en donde solo figuran las niñas cuando todo es color rosa y con cosas en relación a la belleza y el cuidado materno, en su comprensión de la realidad va a pensar que esas cosas son solo para el género femenino, y viceversa cuando aparecen varones con juguetes de autos, bélicos o de deportes.
Es necesario reflexionar acerca de que en edades tempranas, los niños están formando su mirada de la realidad, y por lo tanto perciben y absorben todo estimulo exterior. De esta manera, adquieren las representaciones sociales que se le inculcan y, por lo tanto, empiezan a compartir los valores y creencias del sistema. En este caso, absorben las representaciones sociales del género que este sistema machista y patriarcal se encarga de imponer por todos los medios posibles.
Teniendo en cuenta esto, es de suma importancia comenzar a denunciar y erradicar este tipo de contenidos televisivos para que generaciones futuras con crezcan con estos criterios y los reproduzcan luego en su vida cotidiana. Así, daremos un paso más la búsqueda de un cambio cultural y en la construcción de una sociedad igualitaria.
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